publicidad: ¿buena compañia?

Es apenas lógico saber que todo cambia, se renueva y continúa. Hoy, la cultura skate tiene más adeptos, más espacios, más herramientas para justificarse. Sí, hay dos escuelas: la Vieja y la Nueva. La vieja dio a conocer el movimiento, su ideal y su firmeza. La nueva, lo reafirma y se empapa de nuevas tendencias. Pero, ¿Cómo cambio la visión? ¿Quiénes ayudaron a ampliar el movimiento? La industria de la publicidad y las relaciones públicas encontró una nueva forma de entablar una relación "ganar- ganar" entre ellos, quienes vende, y estos, quienes practican.

Mario Berroterán tiene 32 años y 23 de skate. “Aún cuando no sabia cómo se llamaba, ya yo era parte del movimiento.” Pertenece a la Vieja Escuela. “Esa que se identifica con la crítica social. La que muestra el deporte urbano como unión entre que menos tienen”. Está consiente que muchas cosas han cambiado. Hoy hay competencias, marcas, patrocinantes, plazas recién inauguradas, gente que comenta… Ayer había policías detrás, posiciones encontradas, sectarismo dentro y fuera del movimiento. Algunas cosas se mantienen. Otras han cambiado.

Ana María Aldana, publicista, considera que “muchas marcas se aprovechan de movimientos que llaman la atención para vender más a otros que tienen ese sentimiento aspiracional de llegar a ser rebelde, desenfadado, atrevido, enérgico”, no obstante, admite que no es tarea fácil adentrarse con una marca dentro de estas culturas urbanas pues ,“si algo caracteriza estos movimientos urbanos es que le huyen a las marcas, por eso son tan auténticos y si una marca quiere ser respetada entre ellos lo mejor es que sus prácticas tampoco sean las convencionales.” Este concepto de mercado encaja con la percepción de Manuel, patinetero y grafitero de Caracas quien a sus 25 años considera que los skate originales “no les importa el costo de una tabla, sino lo que en ella se puede hacer”.

Isaura Díaz no sólo forma parte de este movimiento urbano, sino que trabaja en una tienda skate en el Centro Comercial Milenium de Caracas. “Una buena tabla, te dura más” ¿Y cuál es una buena tabla? “La tabla que más se llevan es la Element. Varia entre los Bs. F 1.750 y los Bs. F 2.000.” Pero la tienda grita marcas por todos lados: Minilogo, World Industries , Antihero, Baker , Blind , almost, birdhouse. Modelos, colores, tamaños, altos costos, que para Isaura, se resumen en “comodidad”. Para ella, como miembro del movimiento y espectadora de las compra de otros miembros, lo importante no es el precio ni la marca sino la comodidad y seguridad para practicar “yo lo veo como una inversión. Lo que importa es poder patinar bien, mientras exitan distintas tablas, se compraran las mejores.”

“La diferencia entre la Vieja Escuela y la Nueva Escuela es que antes uno fabricaba, remendaba y salía al ruedo con lo poco que había. Por eso no éramos conocidos. Había que estar seguro de lo que se era y se quería. Ahora, hay más movimiento. Tu eliges que tabla te queda, que zapatos quieres…” Mario Berroterán , skate caraqueño.